Sobre Mi

Nací en el año 2000 en un pueblito del interior de Santa Fe, de apenas 1800 habitantes. Crecer en un lugar chico me enseñó desde temprano el valor del esfuerzo, el compromiso y las ganas de salir adelante a pesar de las limitaciones. Mi historia está llena de desafíos y aprendizajes que me ayudaron a convertirme en quien soy hoy.

En 2017 tuve mi primer trabajo como albañil. Fueron cinco meses intensos, cargando ladrillos y mezclando cemento bajo el sol. Aunque no era fácil, entendí que el sacrificio era necesario para construir algo propio. Ese algo llegó al año siguiente, en 2018, cuando abrí mi primer emprendimiento: un lavadero de autos y camionetas.

El lavadero fue más que un negocio. Era mi lugar de trabajo, mi escuela y mi esperanza. Laburaba todos los días, incluso los domingos, porque sabía que de ese esfuerzo dependía mi futuro. Conocí gente increíble, hice buenas relaciones y aprendí lo que significa ganar con dedicación. Ese lavadero creció y, en 2022, se lo dejé a mi hermano, quien sigue llevándolo adelante.

En 2019, mientras seguía con el lavadero, empecé a cortar pasto para el municipio. Durante la pandemia, en 2020, todo cambió. El encierro me obligó a detenerme y mirar hacia adentro. Fue un momento clave para trabajar en mi ser, descubrir quién era y qué quería realmente en la vida.

En 2021, tomé una decisión que marcó un antes y un después: me animé a invertir en una empresa de trading y network marketing. Lo hice con plata prestada, porque no tenía recursos propios, pero sí confianza en que algo bueno podía salir. Al principio no fue fácil. Me llevó dos meses ganar mis primeros 135 USD como afiliado, pero esa primera ganancia fue un momento inolvidable. Me mostró que las oportunidades estaban ahí afuera y que, con esfuerzo, podía alcanzarlas.

Esa experiencia me llevó a conocer Buenos Aires, cruzarme con personas exitosas que ganaban miles de dólares al mes, y entender que el límite estaba en mi mente. Sin embargo, también me distraje. Entré en un círculo de fiestas, alcohol y vicios que me alejaron de mi propósito. Perdí todo lo que había construido y tuve que volver a trabajar en lo de siempre, cortando pasto para el municipio. Fue un golpe duro, pero también una lección: entendí que cuando descuidás tu ser, todo lo demás se derrumba.

En 2022, decidí aislarme. Dejé amistades que no me sumaban, eliminé las distracciones y me enfoqué en mí. Leí libros, medité y volví al entrenamiento físico. Quería algo más, algo que me sacara del pueblo. Esa oportunidad llegó con una propuesta de ventas en Carlos Paz. La oferta era vivir en una mansión con otros chicos que buscaban crecer. Me lancé sin dudarlo.

Los primeros meses fueron durísimos. No cerré ni una sola venta, lo que significaba que no tenía un peso para moverme. Estaba viviendo en una mansión impresionante, pero en mi interior me sentía vacío. Hubo noches en las que no tenía para comer, y las dudas me pesaban como una mochila. A pesar de todo, confiaba en el proceso. Sabía que esa situación era temporal y que el trabajo que estaba haciendo iba a dar frutos.

En el quinto mes, logré mi primera gran venta por 800 USD. Fue un punto de inflexión. Al siguiente mes llegué a 1200 USD y, para el séptimo, ya estaba liderando un equipo que llamamos “BILLIONAIRE$ FENIX”. Cambiamos vidas, ayudamos a otros a ganar premios como celulares, viajes y dólares en efectivo. Cada logro, por pequeño que fuera, me recordaba que ayudar a los demás era lo que más me llenaba.

A fines de 2023, aunque las cosas iban bien, sentí que había perdido el enfoque en lo más importante: el SER. Decidí parar, reevaluar mis prioridades y volver a mí. Ese proceso continuó en 2024, un año que me trajo aprendizajes y nuevos desafíos. En septiembre, cuando sentía que estaba tocando fondo, aparecieron las personas correctas: Juan Mondino y LLADOS. Aprendí de ellos sobre disciplina, compromiso y el valor de trabajar primero en uno mismo. Confié, invertí lo último que tenía y, en una semana, recuperé el doble.

Hoy, después de tantas caídas, aprendizajes y momentos de superación, me siento listo para compartir mi experiencia con vos. Lanzo mis mentorías con la misión de ayudarte a transformar tu vida, a eliminar las creencias limitantes, a dejar atrás hábitos que no suman y a construir la mejor versión de vos mismo. Creo profundamente en el poder de la fe, el trabajo y el desarrollo personal para alcanzar lo que sea que te propongas.

Gracias por tomarte el tiempo de conocer mi historia. Espero ser parte de tu proceso y acompañarte en el camino hacia tu máximo potencial.